Ir directamente al contenido
Las rozaduras son uno de los problemas más habituales cuando estrenamos zapatos. Pueden aparecer por la forma de la horma, el tipo de material o simplemente por la fricción natural al caminar. A continuación te dejamos una guía rápida y sencilla para prevenirlas y evitar molestias desde el primer uso.
1. Elige materiales suaves y flexibles
El material del zapato influye mucho en el confort. Las pieles blandas, el serraje y los materiales acolchados se adaptan mejor al pie y reducen la fricción.
Los materiales rígidos necesitan más tiempo de adaptación y pueden causar molestias al principio.
2. Ajusta bien la talla y la sujeción
Si el zapato queda grande, el pie se mueve y roza.
Si queda pequeño, aprieta demasiado.
Asegúrate de elegir la talla correcta y de ajustar cordones, hebillas o correas para que el pie quede sujeto sin perder comodidad.
3. Usa calcetines adecuados
Para evitar rozaduras en la zona del talón o los dedos, utiliza calcetines que no se deslicen y que tengan un tejido suave.
Los calcetines técnicos también ayudan a evacuar humedad y reducen la fricción.
4. Protege las zonas sensibles antes de estrenar
Si sabes que tienes una zona del pie que roza siempre (talón, empeine o lateral), aplica una banda protectora o un parche antirrozaduras antes de ponerte el zapato por primera vez.
Esto reduce el contacto directo entre el pie y el material del calzado.
5. Da un uso progresivo a los zapatos nuevos
Un truco eficaz es utilizar el zapato nuevo en casa durante unos minutos al día durante 2 o 3 días.
Así el material se adapta a la forma del pie sin causar molestias.
6. Utiliza plantillas o taloneras si es necesario
Las plantillas aportan mejor ajuste y evitan que el pie se deslice hacia delante, lo que reduce el riesgo de rozaduras en dedos y talón.
Las taloneras de silicona también son útiles para evitar fricción directa.
Conclusión
Evitar rozaduras es posible si eliges bien la talla, revisas el material y preparas el zapato antes de estrenarlo. Con estos consejos podrás disfrutar de tus zapatos desde el primer día sin molestias.
